El gramófono fue el primer sistema de grabación y reproducción de sonido que utilizó un disco plano, a diferencia del fonógrafo que grababa sobre un cilindro. Asimismo fue el dispositivo más común para reproducir sonido grabado desde la década de 1890 hasta mediados de la década de 1950.
El invento de Berliner fue el resultado de una serie de mejoras del fonógrafo de Thomas Alva Edison. Este último, a pesar de ser el primero en grabar, estaba muy limitado, pues no permitía hacer una producción masiva, y, por lo tanto, los músicos tenían que repetir varias veces la pieza para poder producir diferentes ejemplares. Es por eso que el gramófono tuvo tanto éxito. Era menos costoso de producir, tenía un mecanismo más sencillo, reunía todas las características de su precursor y las mejoraba, ya que facilitaba la duplicación en masa a partir de un mismo molde.
Inicialmente, en los primeros gramófonos, el plato giratorio se hacía funcionar dando vueltas a una manivela situada en un costado del gramófono y la velocidad dependía de la rapidez con que el usuario giraba la manivela. Posteriormente los inventores incorporaron una polea automatizada y un sistema de cinturón para proporcionar energía continua y estable a la plataforma giratoria después de un arrancamiento inicial. Los platos giratorios contemporáneos utilizan un sistema de correa motorizada que alimenta a la placa giratoria utilizando una fuente externa de energía, como por ejemplo una presa de corriente o batería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario